Resolución de la Asamblea de Estudiantes de Educación
Informe de la Asamblea de Estudiantes de Educación para la Asamblea General del 16 de setiembre de 2022
La Asamblea de Estudiantes de Educación, en sesión extraordinaria, resolvió manifestar su postura acerca de los hechos que han tenido lugar en nuestro centro de estudiantes en los últimos dos años. A continuación, relataremos los antecedentes correspondientes que consideramos de suma importancia para aportar perspectiva e intentar lograr una comprensión mayor de la situación que nos convoca hoy.
La sociedad está actualmente enfrentándose a una guerra imperialista, una crisis capitalista mundial, y sin ir tan lejos, declaraciones de guerra de parte del gobierno de turno contra lxs trabajadores y estudiantes, encaminando aún más reformas neoliberales -como lo es el segundo proyecto de ley con más de trescientos artículos nefastos en materia de seguridad social, así como la reforma educativa rechazada por estudiantes y docentes-, con consecuencias devastadoras, ampliando, una vez más, la brecha de desigualdad y precarizando en mayor grado aún nuestras condiciones de vida. Es decir, nos enfrentamos a una coyuntura nacional e internacional, sobre la cual se esperarían -y necesitan- ineludibles denuncias y una fuerte resistencia de parte de todos los sectores más combativos, como históricamente lo ha sido, por ejemplo, el movimiento estudiantil.
Estas últimas semanas comenzaron a surgir los primeros resultados inevitables ante tal coyuntura; estudiantes organizadxs, luchando por una causa común. El mes pasado comenzó con tres centros de formación en educación (IPA, Magisterio e IFES) ocupados, exigiendo acción ante sus reclamos. Poco a poco, varios centros y liceos a lo largo del país fueron sumándose a la lucha. Sin embargo, ninguno de los centros de estudiantes que encabezaron las ocupaciones pertenecían a la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). A pesar de que sobran condiciones para acompañar las medidas de lucha, a pesar de los constantes ataques y recientes declaraciones de guerra como lo fue el $0 de aumento a la UdelaR en la Rendición de Cuentas, la FEUU y su dirección no sólo sigue sin cumplir con su responsabilidad política para con el estudiantado universitario -como lo es promover y difundir la organización gremial-, sino que además, es responsable de imposibilitar la organización real en uno de sus centros históricamente más combativos, como lo es el Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación (CEHCE).
¿A qué se debe este entorpecimiento del funcionamiento del CEHCE? La dirección de la FEUU ha estado amparando y protegiendo un conjunto de acciones fraudulentas de parte de una agrupación estudiantil perteneciente al CEHCE desde octubre del año pasado. Siendo responsable de nuclear, fortalecer y fomentar la organización gremial de lxs estudiantes, este último año ha cumplido un rol fundamental como legitimador impune de acciones fraudulentas, formando parte así, de un proceso antagónico al que proclaman, agudizando la existente división del centro y generando consecuentemente, una profunda desanimación y desorganización en el movimiento estudiantil de humanidades.
Sobre los eventos fraudulentos
En octubre del 2021, se llevaron a cabo las elecciones gremiales, remitiéndonos aquí exclusivamente, a los resultados respectivos al orden estudiantil. En las mismas, solamente tres agrupaciones estudiantiles fueron votadas; la "Íbero Gutiérrez" (lista 88) -obtuvo 25 votos-, "21 de junio" (lista 21) -112 votos- y "Humanidades en Acción" (lista 111) -132 votos-. A partir de estos resultados es que se procede a la asignación de cargos de la Mesa Coordinadora (uno de los órganos más diariamente resolutivos de la estructura). En resumidas cuentas, de haberse realizado correctamente dicha asignación de cargos, a "Humanidades en Acción" (HA), le hubiese correspondido 5 cargos (obteniendo mayoría en la mesa); a "21 de junio", 4 cargos; y 0 a "Íbero Gutiérrez" (pueden encontrar anexados el reglamento de la corte electoral que establece la ley que rige la lógica de la asignación de cargos, dicha ley, así como la réplica de esta en el estatuto que rige nuestro centro y las cuentas correspondientes). No obstante, se le quitó un cargo a HA y se lo otorgó a una agrupación que no le correspondía (Íbero Guitérrez), quitándole la mayoría en la mesa. El cálculo fue hecho por un integrante de la agrupación "21 de junio", también secretario de la mesa coordinadora de la FEUU, función que le compete a comisión fiscal -quien no estuvo presente-.
La denuncia fue presentada formalmente a la FEUU, aunque esto se hizo dos días pasadas las elecciones, cuando el estatuto establece que debe ser dentro de las veinticuatro horas siguientes al firmado. Es decir que, HA cometió un grave error al firmar la asignación de cargos sin tener la seguridad de que fuera correcta porque sentó las bases para que la 21 reclamara como legítima la asignación de cargos bajo un argumento burocrático. Sobre todo considerando que las "veinticuatro horas" como plazo para realizar una denuncia puede ser acusado de completamente arbitrario, en primer lugar, porque ni la corte electoral, ni la facultad de derecho tienen en su articulado un plazo tan corto, y en segundo lugar, por no tener personería jurídica, el estatuto del CEHCE es un documento que puede ser modificado arbitrariamente sin ninguna consecuencia jurídica. Uno de tantos ejemplos de intentos de denuncia ante lo sucedido, fue la reunión llevada a cabo 2 días pasadas las elecciones, entre las partes involucradas (las agrupaciones estudiantiles), delegadxs de la FEUU y una parte tercera, asesora de la Asociación de Funcionarios Electorales del Uruguay, donde al llegar la asesora, la agrupación "21 de junio" no escuchó el asesoramiento y se retiró.
Como toda coyuntura, cabe colocarla en perspectiva. Lo relatado anteriormente, tuvo lugar al final de un largo año lectivo, durante la "emergencia sanitaria", donde se respiraba harta polémica, al comenzar a surgir la compleja discusión acerca de las modalidades de enseñanza, "presencialidad contra virtualidad", así como el abanico de opciones que surge de la fusión de ambas. Discusión demasiado compleja como para pretender abordarla brevemente en unas líneas, aunque haremos el intento de representar los intereses de lxs estudiantes dentro de la misma.
Si bien raramente es suficiente creer que existen sólo dos polos en un debate, aquí nos limitaremos a una generalización por una cuestión práctica. Es decir que, a grandes rasgos, y dicotómicamente, podrían distinguirse dos causas detrás de los distintos posicionamientos alrededor del debate "presencialidad-virtualidad"; siendo una de estas causas la defensa de la presencialidad, como un medio de reivindicación de la lucha presupuestal y contra la precarización (además de razones educativas significativas, como lo es, por ejemplo, la calidad de la experiencia educativa, la cuestión del aula como "suspensión", dentro de otras), contra la postura en defensa de la mixtualidad, que surge de ciertos estudiantes exigiendo sostener su derecho a estudiar (ya que sin la misma, no podrían acceder a la universidad como sí pudieron durante el período pandémico, 2020-2021) que, aunque logrado muy precariamente durante estos años -como lo es un aula virtual-, sigue implicando un avance respecto a la nada.
Debate sumamente rico de llevar a cabo, especialmente entre estudiantes de humanidades. De haber contado con un contexto verdaderamente democrático, crítico y combativo, la discusión podría haber devenido en un análisis político y sistémico muy fino, permitiendo visibilizar la contradicción del sistema capitalista representado en el conflicto virtualidad-presencialidad con las eternas luchas de fondo (lucha por presupuesto, descentralización de la universidad, etc).
¿Qué implica la virtualización del proceso de enseñanza-aprendizaje para quienes no pueden acceder al aula presencial? ¿Permite garantizar su derecho a la educación? ¿O es una precarización del derecho a una educación descentralizada, accesible y de calidad? ¿Es, además, una vía para facilitar el recorte presupuestal a la universidad? ¿Es una solución o un recurso de emergencia? ¿Qué es considerado emergencia? ¿Una pandemia o el sistema capitalista y desigual actual? ¿Cuál es la vía de lucha más acertada contra este sistema injusto?
Lo intrincado de esta disputa requirió de espacios serios, y más importantemente, de espacios verdaderamente democráticos, para que fuera debatida apropiadamente y en consecuencia, permitiera visibilizar los argumentos que apoyaran o refutaran los distintos posicionamientos, lo cual probablemente hubiese devenido en un enriquecimiento político significativo del estudiantado. En cambio, en lugar de generar esos espacios, la agrupación que ocupaba la mayoría en la mesa (21 de junio), en ese momento legítimamente, lejos de liderar esa discusión, la boicoteó de diversas maneras. Por ejemplo, no llevando al Consejo los temas mandatados por las asambleas de licenciatura, dentro de los cuales se encontraba la discusión respecto a las modalidades de enseñanza presencialidad-virtualidad 2022 (todo esto puede constatarse en las actas de asamblea y resoluciones de consejo). Pronto, la polémica no sólo fue ocupando la agenda de las asambleas sino que, a su vez, la parte del estudiantado que sintió que perdería derechos de resolverse presencialidad exclusiva, comenzó a sentir la necesidad de tener una agrupación estudiantil que lxs representara. Así, surgió la lista 111, "Humanidades en Acción" (HA), con un claro propósito: dar voz real a las preocupaciones de lxs estudiantes, sin agrupaciones aparato.
De hecho, continuaron teniendo lugar sucesos anti estatutarios ocurridos posteriormente a los hechos fraudulentos de las elecciones gremiales. Relataremos uno a modo de ejemplo. A fines del 2021, posterior a las elecciones gremiales, la agrupación HA juntó firmas para convocar a una Asamblea General (órgano máximo de decisión) consiguiendo más del mínimo necesario -40-, respetando los protocolos estatutarios (art. 9, inc. 4) e incluyendo como punto dentro del orden del día informar, debatir y resolver sobre los hechos fraudulentos ocurridos en las elecciones gremiales y la ilegítima conformación de la Mesa Coordinadora del CEHCE. Estas fueron presentadas en la Mesa Coordinadora -a pesar de ser ilegítima su conformación-. El CDC (Consejero Directivo Central), Andrés Fernández, -integrante de la 21 de junio- presentó una moción de orden, denegando la convocatoria a asamblea alegando "Que carecía de sentido llamar a una Asamblea General para considerar un tema sobre el que la misma no puede resolver", cuando el estatuto establece que la Mesa DEBERÁ convocar a una Asamblea General de respetarse las vías estatutarias (como se hizo). Además, el estatuto de nuestro centro de estudiantes -y la mayoría del resto de los centros estudiantes- establece que la Asamblea General es el órgano máximo y soberano del CEHCE. Esa moción de orden fue aprobada 5 en 9 por lxs secretarixs de la 21 de junio e Íbero Gutiérrez. ¿Qué intención puede tener una persona o agrupación que NIEGA el derecho a organizarse en una Asamblea General?
Otro ejemplo de acciones anti estatutarias es la respuesta que se dio frente a la resolución de la Asamblea General pasada (17 de junio), la cual alcanzó un quórum especial con más de 140 estudiantes, donde se votó la destitución de varixs estudiantes del CEHCE y se le retiró la confianza a las consejeras estudiantiles. No obstante de ello, tanto las consejeras como lxs estudiantes destituidxs han hecho caso omiso a las resoluciones votadas por la Asamblea General. Se han agotado todas las vías para denunciar el fraude, los hechos anti estatutarios y burocráticos, así como los distintos abusos de poder por parte de individuos que ocupan cargos ilegítimamente. De hecho, esta situación ha sido denunciada formalmente al orden docente, orden egresadxs, al mismo Consejo de FHCE y, a su vez, frente a Secretaría de Cogobierno y Asuntos Gremiales de la FEUU. Sin embargo, fue desestimada, en tanto la respuesta que dieron es que no tienen injerencia sobre la situación argumentando que corresponde a cuestiones de autonomía del CEHCE. En sucesivas Asambleas de Educación también se resolvió elevar esta denuncia a través de mails y en forma presencial, no obteniendo respuesta.
Hoy, celebramos el estar organizadxs en una Asamblea General, pero nos vemos convocadxs ante la misma con un orden del día que no fue planteado en las asambleas de licenciatura (menos discutido o aprobado), donde se podría haber planificado con tiempo la ocupación, dando lugar a distintas propuestas de talleres y charlas en la misma, además de su difusión y la oportunidad de informar a aquellxs estudiantes que no estén familiarizados con estas medidas de lucha. A su vez, podríamos haber sido partícipes de la planificación de las actividades de la Intergremial para la semana siguiente.
Desde los hechos fraudulentos, la FEUU no sólo NO ha permitido a estudiantes denunciar el fraude (las reuniones federales fueron boicoteadas, se les entregó e-mails en papel porque no los respondían), sino que lo ha amparado con impunidad, respaldando la burocratización del movimiento gremial estudiantil, generando mayor rivalidad y una grieta profunda entre lxs estudiantes. La importancia de esto reside en dos cuestiones principales. La primera, consiste en que lo sucedido revela un funcionamiento burocrático y cupular de la FEUU, implicando representatividad cuasi nula de lxs estudiantes. La segunda, de importancia más inmediata, reside en la materialización de lo ocurrido: la tensión y división generada en el cuerpo estudiantil de humanidades y el atropello político que esto implica. Compartimos el fin de querer frenar una agenda derechizada a través de medidas como la defensa de la presencialidad y la ocupación, pero repudiamos el medio elegido, que lejos de detenerla, la encauza. Nada mejor para un gobierno neoliberal, que la masa crítica estudiantil dividida, desanimada y desorganizada.
Por lo tanto, planteamos los siguientes objetivos. El más urgente e inmediato consiste en sumarse a la lucha educativa intergremial nacional, independientemente de cualquier traba burocrática que ponga el CEHCE.
Además, para abordar las dos cuestiones mencionadas anteriormente, plantear un objetivo a mediano plazo, que consista en generar instancias de estudio y discusión acerca de la actual estructura del CEHCE y su tendencia a las concentraciones de poder, para poder resolver una nueva estructura que tenga la capacidad de dar representación real a las preocupaciones de lxs estudiantes. Esto puede llevarse a cabo en una comisión integrada por estudiantes de todas las licenciaturas para luego discutir el borrador en Asambleas Generales y/o convenciones.
Todo esto sin perder de vista la necesidad de que existan agrupaciones estudiantiles como forma de aportar perspectiva a la discusión e intercambio político a largo plazo respecto a los problemas que conciernen a la educación y el sistema capitalista en la que está inmersa. Las agrupaciones estudiantiles son las encargadas de aportar perspectiva a preguntas como, ¿qué universidad queremos? ¿Cómo es una universidad al servicio de lxs trabajadores? ¿Cómo se relaciona la universidad con el trabajo?
¡Contra las luchas burocráticas por cargos en nuestro centro de estudiantes!
¡Por la defensa de nuestros espacios democráticos!
¡Por el apoyo a la lucha de la educación contra la agenda neoliberal!
Nuestra lucha es común, compañerxs.